El indicador ha reaccionado al alza ante las preocupaciones del BCE por la inflación y las posibles subidas de tipos que pueda anunciar
El euríbor a 12 meses ha reaccionado con fuertes subidas a la oleada de declaraciones que se han sucedido en los últimos días y que apuntan a un cambio cercano en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).
Con las temidas subidas de los tipos de interés en la eurozona como telón de fondo, el indicador de referencia para la mayoría de las hipotecas en España está avanzando terreno en estos primeros días de febrero. Tanto es así que la media mensual del euríbor a 12 meses ya se sitúa en torno al -0,38%, el nivel más alto en año y medio, frente al -0,477% en el que terminó el primer mes del año. Habría que remontarse a agosto de 2020 para ver una media mensual más alta.
Y todo apunta a que el repunte del indicador podría ir a más en las próximas sesiones, ya que la media en tasa diaria se encuentra en torno al -0,31%, máximos desde julio de 2020, tras acumular incrementos jornada tras jornada en lo que llevamos de mes.
La razón de estas subidas es que el mercado está descontando que la máxima autoridad monetaria y financiera de la eurozona tendrá que encarecer el precio del dinero, que lleva instalado en los mínimos históricos del 0,0% desde primavera de 2016, para frenar la escalada de la inflación, que en enero batió récord en la eurozona al situarse en el 5,1%.
El control de los precios es uno de los grandes objetivos del BCE y, aunque el pasado verano aplicó un cambio en sus directrices para poder ser más flexible y no verse obligado a tomar medidas de forma precipitada, en las últimas semanas el guardián del euro ha reconocido que las tensiones inflacionarias podrían durar más de lo que estaba previsto.
La presidenta de la entidad, Christine Lagarde, advirtió a principios de semana, durante su discurso ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, que si las presiones de los precios se traducen en aumentos salariales superiores a los previstos o si la economía vuelve más rápidamente a su plena capacidad, «la inflación podría resultar más alta». También insistió en que «el BCE desempeñará su papel y mostrará la determinación necesaria para garantizar la estabilidad de precios. Pueden estar seguros de que nuestro compromiso de cumplir con esto sigue siendo absolutamente inquebrantable», recalcó Lagarde.
El BCE dará a conocer en marzo las nuevas previsiones de crecimiento económico e inflación, pero ya hay voces que parecen preparar al mercado ante una eventural subida de los tipos de interés. El pasado 4 de febrero, Olli Rehn, gobernador del Banco de Finlandia y miembro del Consejo de Gobierno del BCE, afirmó en una entrevista con el diario ‘Helsingin Sanomat’ que la primera subida del precio del dinero se producirá en 2023, como muy tarde.
«La recuperación económica en la eurozona continúa y la inflación se ha acelerado. Si no hay un contragolpe en una pandemia o situación geopolítica, lo lógico sería que el BCE subiera los tipos de interés el próximo año como muy tarde», explicó Rehn.
En esa misma línea, Klaas Knot, considerado uno de los máximos representantes de la ortodoxia en el seno del Consejo de Gobierno del BCE y presidente del Banco de Países Bajos, también ha afirmado en los últimos días que espera que la subida de los tipos de interés se produzca a finales de este mismo año.
El mercado ya está reaccionando ante esta batería de declaraciones, de ahí que en los últimos días se haya producido un acelerón en la tendencia al alza con la que el euríbor a 12 meses había arrancado el año. Este impulso del indicador no solo rompe con las previsiones que manejaban muchos expertos, sino que también traerá un encarecimiento de las cuotas de las hipotecas variables.
Fuente: Idealista