Te presentamos una serie de consejos para diseñar un comedor funcional y con estilo
Acostumbrados muchas veces a comer en la cocina o el salón, el comedor se ha convertido en una zona de la casa a la que cada vez prestamos menos atención. Sin embargo, un comedor bien decorado no solo nos invita a pasar más tiempo en él, sino que puede convertirse en una de las estancias más importantes del hogar. Para crear un comedor funcional y con estilo, estos son los factores que debes tener en cuenta:
El primer paso: ¿cómo de grande es tu comedor?
Para empezar, toma las medidas. Es importante saber de qué espacio dispones antes de meter muebles en tu comedor, ya que la hora de colocarlos puede ser que no encajen como esperabas. Una vez tengas claro los metros con los que cuenta la habitación, puedes empezar a decorar.
La piedra angular: la mesa
Cuando tengamos claras las dimensiones, ya podemos pensar en los muebles. El elemento principal de un comedor siempre es la mesa. Colocada casi siempre en el centro, es el mueble que suele presidir la sala, aunque cuando se trata de pisos más pequeños o con una distribución diferente también se puede colocar en un lateral, preferiblemente junto a la ventana.
A la hora de escoger una mesa de comedor es importante como siempre tener en cuenta el tamaño para no obstaculizar las vías de paso, pero tampoco puede ser demasiado pequeña. Si por ejemplo tenemos un comedor de 15 m2, es mejor usar una mesa que ronde entorno a los 80 cm de ancho y los 200 cm de largo, mientras que si se trata de una habitación de 25 m2 conviene elegir una mesa grande, de 110 cm por 280 cm. Siempre conviene tener en cuenta también para cuántas personas quieres que sea la mesa: el espacio individual de cada comensal debe ser de entre 61 y 76 cm con un ancho de entre 40 y 46 cm, sin olvidar la parte central compartida.
¿De qué material será nuestra mesa?
Después tenemos que escoger el material de la mesa y esto depende mucho del presupuesto, la funcionalidad, quién vive en nuestra casa… Si por ejemplo tenemos niños pequeños, lo más probable es que una mesa de vidrio no sea la mejor opción. Tampoco una de madera sin barnizar, ya que es fácil que se estropee si se derraman bebidas o líquidos grasos. Lo mejor en estos casos es escoger cerámica, chapa o madera con algún tipo de pintura o barniz.
¿Cuántas personas entran en nuestro comedor?
Otro factor relevante es escoger las sillas. A veces podemos pecar de ambiciosos, queriendo crear espacio para 8 comensales en una mesa que debería ser para seis. Incluir demasiadas sillas puede sobrecargar la estancia, dando sensación de agobio y desorden, por eso es importante calcular bien las medidas antes de comprar los muebles. Lo ideal en una mesa rectangular suele ser colocar asientos para seis comensales, cuatro enfrentados y dos en los extremos, y en caso de mesas cuadradas o redondas incluir cuatro sitios como máximo.
Si tenemos intención de organizar comidas con más gente podemos comprar sillas plegables o estándar y guardarlas en el trastero, pero durante el día a día lo mejor es no llenar en exceso el espacio del comedor.
¿Cómo no perdernos con la combinación de colores?
En cuanto a los colores, las tonalidades neutras son siempre la apuesta más segura. Un buen comedor debe ser para toda la vida, y usar una decoración con elementos demasiado llamativos puede volverse tediosa después de un tiempo. Sin embargo, si eres amante de los colores vivos y quieres incluirlos en tu comedor una buena táctica es mediante los complementos: los jarrones, centros de mesa, cuadros, manteles, vajillas, etcétera son objetos versátiles que puedes ir combinando con el paso del tiempo según te parezca y que indudablemente pueden añadir ese punto divertido de color que estás buscando.
¿Qué estilo vamos a seguir?
Muchas veces tenemos una ide a en mente y al intentar plasmarla en físico no sale como esperábamos. Perderse en la decoración de interiores es más fácil de lo que parece, y podemos llegar a crear sin darnos cuenta un diseño que no tiene coherencia y hasta chirría a la vista.
Un consejo fácil es seguir un hilo conductor: clásico o vanguardista, sobrio o ecléctico, minimalista o por el contrario recargado, es importante escoger una línea de diseño clara para los muebles principales. Una vez tengamos establecida la base de la estancia podemos comenzar a mezclar otros estilos, probando a colocar diversos objetos para ver si encajan con la decoración, mezclando estilos antiguos con otros más contemporáneos y haciendo diferentes combinaciones cromáticas.
No dejes de lado el resto de los muebles
Un comedor no es solo una mesa y unas sillas. Para dar unidad a la estancia nos podemos perder de vista las vitrinas, las estanterías o los aparadores. Nos sirven para crear un comedor más completo y aportan espacio de almacenaje, aunque una vez más debemos tener cuidado de no obstaculizar el paso ni recargar la estancia. Las alfombras u otros artículos propensos a almacenar polvo o restos de comida es mejor evitarlos y reservarlos para otras áreas de la casa.
Aprovecha siempre las fuentes de luz
Y, por último, la luz. Para que una habitación resulte atractiva es fundamental que esté bien iluminada. Si la mesa va a ser el elemento central, debemos colocarla donde reciba la luz natural directamente. Una lámpara colgante encima de la mesa es otro punto a favor, siempre cuidando que esté centrada y no demasiado baja para evitar que estorbe a los comensales. Incluir modelos de pie o sobremesa es otra buena idea para multiplicar los puntos de luz indirecta y crear un ambiente aún más acogedor.
Fuente: Idealista