Hipoteca fija o variable: qué conviene más en plena escalada del euríbor
La decisión dependerá de factores como la situación personal del cliente, su aversión al riesgo o si tiene pensado realizar amortizaciones anticipadas
Más de la mitad de las viviendas que se han comprado en España en los últimos dos años se han pagado con hipoteca, rompiendo con nueve años de hegemonía de las operaciones a tocateja.
Las buenas condiciones de financiación que ofrece la banca, sumadas a la subida del precio de los inmuebles o la búsqueda de casas más grandes y con mejores prestaciones están detrás de este reciente impulso hipotecario.
De cara a este año, los expertos no esperan grandes cambios, aunque los últimos movimientos que se están produciendo en el mercado han reactivado las dudas de quienes buscan un préstamo para adquirir una vivienda: ¿es mejor una hipoteca fija o una variable?
«Todo depende del perfil del prestatario y de la coyuntura de tipos presente y futura»
Para responder a esta pregunta conviene primero saber cómo está el euríbor y qué tipos de interés están aplicando los bancos a las diferentes hipotecas.
El euríbor a 12 meses es, como decimos, uno de los principales factores a tener en cuenta, ya que su evolución condiciona cuántos intereses van a tener que pagar los consumidores en las hipotecas variables que están referenciadas a dicho índice.
En las últimas semanas, el indicador de referencia para la mayoría de las hipotecas en España está subiendo con fuerza y su media de febrero ya se sitúa en torno al -0,33%, su nivel más alto en los últimos 20 meses (en concreto, desde julio de 2020).
Este impulso alcista responde, principalmente, a que el mercado está descontando una futura subida de los tipos de interés en la eurozona, que llevan anclados en el 0,0% desde hace seis años. Pero la escalada de la inflación, que está en máximos de tres décadas en países como Alemania y España y ha batido récord en la eurozona, podría seguir en unos niveles elevados al menos hasta verano y adelantar un encarecimiento del precio del dinero.
Diferentes voces dentro del Banco Central Europeo (BCE) han dejado entrever que la máxima autoridad monetaria y financiera en la eurozona podría subir tipos este mismo año, siguiendo los pasos de la Reserva Federal de EEUU o el Banco de Inglaterra.
A priori, la subida del euríbor podría restar atractivo a la opción de elegir una hipoteca variable, pero conviene tener en cuenta que el indicador sigue en terreno negativo y que los expertos afirman que su tendencia al alza será paulatina y moderada.
Cómo están ahora las hipotecas variables y fijas
A grandes rasgos, las hipotecas variables están sujetas a unos tipos de interés más bajos que las fijas, aunque tienen un ‘plus’ de riesgo porque los intereses a pagar dependen de indicadores como el euríbor. En cambio, en las fijas el cliente debe asumir un tipo de interés superior a cambio de ganar tranquilidad y saber que siempre va a pagar la misma cuota hipotecaria: desde el primer mes hasta el último.
En 2021 las hipotecas fijas han batido récord de contratación, al acumular más de 240.000 operaciones hasta noviembre (último dato oficial del INE, y frente a las 160.300 de 2020), y ya suponen uno de cada cinco préstamos para la compra de vivienda vivos en España. La mayoría, no obstante, siguen siendo variables y están referenciadas al euríbor.
Y todo ello se produce en un contexto en el que los tipos de interés han tocado mínimos históricos. En el mercado podemos encontrar actualmente hipotecas fijas a 30 años un interés inferior al 1,5% TIN, siempre que el cliente se aplique las máximas bonificaciones de la entidad en cuestión (como domiciliar la nómina, contratar un seguro de hogar, de vida o de protección de pagos, usar las tarjetas de crédito y débito, o bien abrir un plan de pensiones). En el caso de la oferta variable, encontramos alternativas con un diferencial inferior al 1%, al que habría que sumarle el euríbor.
Se avecinan cambios de condiciones en las hipotecas
Algunos bancos se están adelantando a una hipotética subida de los tipos de interés y están actualizando sus políticas de precios. Bankinter y BBVA, sin ir más lejos, han anunciado en los últimos días una mejora en las condiciones de sus hipotecas variables y un encarecimiento de su oferta fija.
Y este movimiento podría extenderse al resto del sector. Según explica Juan Villén, responsable de idealista/hipotecas, “las declaraciones de Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), parecen confirmar un cambio de escenario, y esto se ha trasladado ya a los mercados especialmente en el coste de financiación a largo plazo. Algunos bancos están repercutiendo ya este mayor coste a las nuevas hipotecas fijas, y esperamos que el resto de las entidades siga la estela en breve. A su vez, la previsible subida de tipos es positiva para los bancos, por lo que seguramente veremos ofertas más agresivas en los diferenciales aplicados en las hipotecas variables, para compensar la subida del euríbor”.
Sin embargo, esto no significa que las condiciones de financiación vayan a endurecerse drásticamente. Como recalca Leyre López, analista y miembro del equipo de Research de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), “es cierto que algunas entidades están ajustando sus políticas de precios a lo que podría ser un nuevo escenario de tipos, pero en principio nada hace pensar que no vayamos a seguir asistiendo a un marco con ofertas muy competitivas, sin perjuicio de que las entidades mantengan estrategias diferenciadas de fijación de precios y condiciones en su operativa comercial”.
Factores que influirán en la decisión entre interés fijo o variable
Entonces, ¿qué opción elegir? Los expertos insisten en que no existe una hipoteca perfecta y que la elección dependerá de la situación particular de cada consumidor, y de variables como sus finanzas personales o en cuánto tiempo tiene previsto pagar el préstamo.
“Todo depende del perfil del prestatario y de la coyuntura de tipos presente y futura”, argumentan desde la AHE, mientras que los expertos de idealista/hipotecas inciden en que la clave está en si el consumidor “tiene un empleo fijo, su sueldo, el mayor o menor importe que necesite financiar de la compra, el plazo en el que quiere pagar la hipoteca y si tiene posibilidades o no de mejorar su situación financiera en el futuro”.
En esa misma línea, José Manuel Fernández, subdirector general de Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), recuerda que la decisión de escoger una hipoteca u otra depende en gran medida de las circunstancias personales y económicas de cada comprador, así como de su aversión al riesgo.
En las hipotecas a tipo fijo, “el comprador sabrá siempre cuál es la cuota mensual que debe pagar, evitando posibles subidas derivadas de la fluctuación en los tipos de interés. Por su parte, en las hipotecas variables el tipo de interés está definido por un diferencial que se suma al índice de referencia, que normalmente suele ser el euríbor. Esto hace que la cuota mensual pueda oscilar tras las revisiones del índice, aunque habitualmente estas hipotecas tienen un tipo de interés inferior en el momento de la contratación frente a las hipotecas fijas, ya que el tipo de interés es más alto cuanto mayor sea la duración del periodo a tipo fijo”. Por tanto, recalca, “se trata de una decisión que depende mucho de los factores personales, en especial de la capacidad de soportar un eventual incremento en las cuotas mensuales”.
La analista de la AHE también ofrece otra clave a tener en cuenta: el plazo en el que el consumidor quiera pagar la hipoteca y las posibles comisiones que deba asumir.
En este sentido, López aclarara que, en una hipoteca a tipo fijo, “el consumidor debe saber que su precio en el momento de contratación suele ser algo superior al de la variable, pero a cambio no queda expuesto a la volatilidad de los tipos de interés en el mercado a lo largo de la vida del préstamo, lo que aporta tranquilidad y confianza a aquellos perfiles con más aversión al riesgo. Por el contrario, debe tener en cuenta que en caso de que tenga previsto hacer amortizaciones anticipadas (parciales o totales) durante la vigencia del préstamo, los costes que va a tener que asumir por ese hecho normalmente son más gravosos por la pérdida financiera en la que puede incurrir el banco en caso de que los tipos de mercado se sitúen por debajo del interés remuneratorio”.
También es recomendable valorar las bonificaciones que ofrece cada entidad, así como comparar varias ofertas hipotecarias y negociar con el banco las condiciones finales del préstamo, “ya que en la mayoría de los casos cambian respecto a la oferta estándar que publicitan los bancos”, señalan desde idealista/hipotecas.
Otras alternativas: la hipoteca mixta o cambiar de hipoteca
Los expertos recuerdan que los consumidores también tienen la posibilidad de cambiar su hipoteca mientras la estén pagando, ya sea con su mismo banco (operación que se conoce como novación) o con uno diferente (subrogación), a fin de mejorar las condiciones iniciales como el plazo, el tipo de interés, el importe o el tipo de préstamo.
Otra posibilidad es contratar una hipoteca mixta, que, como recalca el subdirector general de UCI, es “una solución a medio camino que, por lo general, suelen incluir una cuota fija durante los primeros años para pasar a un tipo de interés variable en el resto del plazo de amortización. A grandes rasgos, se trata de una hipoteca a tipo variable con la seguridad de tener las mismas cuotas durante los primeros años, en los que la variación del tipo de interés podría ocasionar un mayor impacto en la economía familiar”.
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Hipotecas verdes: qué son y qué requisitos tienen en Alcalá de Henares
Repasamos todas las ventajas que aportan este tipo de préstamos y qué tipo de viviendas y reformas se pueden financiar
Las hipotecas verdes son relativamente nuevas en el mercado. Sin embargo, gracias al nuevo enfoque sostenible y ecológico que está llamado a descarbonizar la economía y la sociedad en su conjunto y a los fondos europeos que llegan para dar un impulso en materia de rehabilitación, estos préstamos se volverán mucho más populares y atractivos para el consumidor medio en los próximos años.
En líneas generales, permiten financiar la compra o rehabilitación de una vivienda eficiente y suelen tener un interés más bajo que el de las hipotecas tradicionales, aunque conviene conocer otros detalles sobre esta alternativa de financiación:
¿Qué son las hipotecas verdes?
Se denominan hipotecas verdes, o hipotecas eco, a las destinadas tanto a la compra de una vivienda sostenible (es decir, con una calificación energética A o B) como a la reforma de una vivienda antigua con el objetivo de mejorar su eficiencia energética y reducir su impacto en el medio ambiente.
¿Qué ventajas tienen las hipotecas verdes para los hipotecados?
En España, ya son varios los bancos que ofrecen hipotecas verdes y, según cada caso, las ventajas pueden variar entre uno y otro. Sin embargo, la principal ventaja que ofrecen las hipotecas verdes con respecto a otros productos hipotecarios es que suelen presentar un diferencial más bajo que otras hipotecas. Es decir, su principal atractivo consiste en que se pagan menos intereses por el préstamo en comparación con otras hipotecas convencionales.
¿Cuáles son los requisitos de una hipoteca verde?
Al igual que las ventajas pueden variar de una entidad bancaria a otra, los requisitos para acceder a una hipoteca verde también cambien. No obstante, el principal requisito que tienen estas hipotecas es que el dinero que recibimos del banco lo invirtamos en un inmueble que se pueda calificar como “sostenible”.
En este sentido, podemos hablar de dos tipos de inmuebles sostenibles, que también son las dos opciones principales a las que están destinadas las hipotecas verdes:
- Construcción o compra de una vivienda sostenible: Es decir, usar el préstamo para adquirir una vivienda que cuente con un certificado energético que sea A o B.
- Rehabilitación de una casa para mejorar su eficiencia energética: Es decir, usa el dinero que nos presta el banco para reformar una vivienda pero que, al hacerlo, dicha vivienda mejore al menos un 30% su eficiencia energética.
¿Qué reformas permiten mejorar la eficiencia energética de una vivienda?
Cuando hablamos de la eficiencia energética de un inmueble, hacemos referencia al uso que un inmueble hace de la energía. A mayor eficiencia energética menor consumo energético, y viceversa. Es decir, cuanta mayor calificación de eficiencia energética tenga un inmueble menos energía consumirá y, en consecuencia, menos impacto medioambiental tendrá.
¿Cómo se consigue esto? Llevando a cabo una serie de obras y cambios en la instalación que permiten que la vivienda consiga ofrecer buenas condiciones de confort sin necesidad de gastar mucha energía. Estas obras cuestan dinero, y son las que deberemos financiar con la hipoteca verde que nos conceda el banco. Algunas de las modificaciones más habituales que podemos realizar en un inmueble para mejorar su eficiencia energética son las siguientes:
- Instalar ventanas que mejoran el aislamiento. Las ventanas son uno de los puntos de fuga principales de una vivienda. Es decir, puntos donde la temperatura interior se escapa al exterior (tanto si se trata de la calefacción en invierno como del aire acondicionado en verano), lo que implica mayor gasto energético en climatización. Instalar ventanas con doble o triple acristalamiento, así como con marcos que cuenten con rotura de puente térmico evita estas fugas de temperatura, lo que reduce la energía que tenemos que utilizar para climatizar la vivienda.
- Mejorar el aislamiento de la arquitectura interior. Además de las ventanas, las paredes, suelos y techos también constituyen espacios por donde se puede escapar la temperatura. Instalar determinados revestimientos fabricados con materiales que presentan baja conductividad térmica ayuda a evitar este problema.
- Mejorar el aislamiento de la arquitectura exterior. Igual que podemos mejorar el aislamiento en el interior podemos hacerlo en el exterior. En este caso, lo más habitual es instalar materiales de baja conductividad térmica en azotea y fachada.
- Instalar paneles solares. Contar con paneles solares en una vivienda nos permite generar nuestra propia energía, lo que, evidentemente, reduce el impacto que la casa en cuestión tiene en el medioambiente al no depender del suministro eléctrico externo (que generalmente está producido mediante la quema de combustibles fósiles).
- Instalación de un punto de recarga de vehículo eléctrico. La descarbonización de los medios de transporte también cumple un papel importante en la transición ecológica y, contar con un punto de recarga para un vehículo eléctrico de uso privado es otra de las reformas que nos ayudan a reducir el impacto medioambiental que una vivienda tiene en el medio ambiente.
- Renovación de la instalación eléctrica. Además de poder llegar a ser peligrosa, una instalación eléctrica antigua consume más energía que una nueva. Por ello, renovar la instalación eléctrica de una vivienda también es otra de las reformas que nos ayudará a mejorar la eficiencia energética de una casa.
- Electrificación de la calefacción. La climatización de una vivienda representa un porcentaje importante de la energía que consume una vivienda y, en concreto, la calefacción, uno de los elementos que más puede llegar a contaminar. Reformar una vivienda para sustituir calderas de gasoil o gas por calderas eléctricas y otras instalaciones adicionales (por ejemplo, suelo radiante) es otra de las reformas que nos ayudarán a mejorar la eficiencia energética de una vivienda.
La eficiencia energética como valor añadido de un inmueble
Como se puede ver, son muchas las reformas que se pueden llevar a cabo en una vivienda para mejorar su eficiencia energética y para reducir su consumo de energía y el impacto que este tiene en el medio ambiente. Esto hace que este tipo de reformas (sobre todo si se trata de reformas integrales) puedan llegar a ser caras, lo que explica la necesidad de que, en muchos casos, sea necesario solicitar una hipoteca verde para financiarlas.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que una vivienda con una buena eficiencia energética (A o B) es un valor añadido. Es decir, revaloriza la vivienda. Por ello, al aumentar el valor del inmueble, se puede obtener un mayor beneficio tanto si se vende como si se alquila. Esto explica que, tanto bancos como particulares, se vean atraídos por la posibilidad de mejorar la eficiencia energética de un inmueble en cuestión.
En el caso del banco, es una garantía de que, en caso de impago, el inmueble que se ha reformado con el dinero de la hipoteca verde tendrá un valor elevado. Y, en el caso del particular, podrá alquilarlo o venderlo a un precio mayor.
De hecho, incluso en el caso de que lo use para vivir en él, gracias a las reformas acometidas para mejorar la eficiencia energética, el gasto en energía se verá reducido de forma considerable, por lo que la reforma debe ser vista como una inversión y no como un gasto. De media, se calcula que una vivienda con una buena eficiencia energética llega a consumir hasta seis veces menos energía que una vivienda sin este tipo de reformas. Esto supone un ahorro considerable en las facturas que, además, se mantendrá constante para siempre.
Hipoteca verde o hipoteca tradicional: ¿qué interesa más?
Antes de pedir un préstamo, independientemente del tipo de sea, es necesario comparar hipotecas para saber cómo está el mercado. Solo así se pueden encontrar los productos más adecuados a las necesidades y circunstancias concretas de cada consumidor y en cada momento.
Actualmente, en el caso de las hipotecas verdes, puede que si vamos a comprar una vivienda nos interese más pedir una hipoteca tradicional (incluso si el certificado energético de la vivienda es A o B porque se trata de una vivienda de nueva construcción). La clave está en comparar condiciones y escoger aquella que nos ofrezca más ventajas.
Sin embargo, si lo que queremos es acometer la reforma integral de una vivienda, es posible que sí que nos interese más solicitar una hipoteca verde. ¿Por qué? Porque al solicitar una hipoteca para una reforma en lugar de para adquirir una nueva vivienda, es probable que tengamos más posibilidades de conseguirla si intentamos acceder a una hipoteca verde en lugar de a una tradicional.
En cualquier caso, tanto si estamos ante un caso u otro, lo más importante que debemos tener en cuenta siempre antes de solicitar el préstamo es comparar hipotecas hasta dar con la que realmente se ajusta a nuestras necesidades.
Fuente de la noticia: Idealista
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¿Sabes que hacer cuando terminas de pagar la hipoteca en Alcalá de Henares?
A pesar de que no es obligatorio, es conveniente cancelarla en el Registro de la Propiedad. En Keller Williams Habita2, te explicamos como hacerlo.
Cuando finalizamos de pagar la hipoteca, la casa es, por fin, nuestra, por lo que ya no tenemos que pagar más cuotas al banco. Aún con ello, la mayoría de las personas creen que cuando se deja de pagar la hipoteca, esta desaparece automáticamente.
Para que el inmueble aparezca ‘libre de cargas’ es fundamental cancelar la hipoteca. No es obligatorio, pero sí es muy recomendable. Si ya has terminado de pagar tu hipoteca, o si estás a punto de hacerlo, te contamos qué alternativas hay y los pasos que debes de dar para realizarlo.
¿Qué pasa cuando terminas de pagar la hipoteca?
Lo primero que vamos a notar cuando terminamos de pagar la hipoteca es que ya no tenemos que pagar la cuota mensual que nos cobra el banco. Aun contando con ello, no significa que la hipoteca desaparezca por sí sola.
En realidad, la información relativa a la hipoteca seguirá siendo guardada tanto por el banco como por el Registro de la Propiedad.
¿Cómo te puede afectar esto? Aunque la deuda contraída con el banco haya sido saldada por completo, en los registros el inmueble aparecerá todavía como hipotecado. Es decir, va a aparecer como que tiene una hipoteca, es decir, no aparecerá como “libre de cargas”.
Esta situación se mantiene durante los siguientes 20 años a que se haya finalizado el pago de la hipoteca. Pasado ese tiempo, se puede presentar una instancia privada en el Registro de la Propiedad, solicitando previamente la cancelación por caducidad.
No obstante, si cuando terminas de pagar la hipoteca quieres vender la vivienda, también puedes cancelar la hipoteca. De este modo, la casa figura libre de cargas y se podrán llevar a cabo estas operaciones con más facilidad.
¿Necesito cancelar obligatoriamente la hipoteca?
No, en ningún caso. Una vez que se termina de pagar la hipoteca no es obligatorio cancelar la hipoteca, aunque sí es muy recomendable. Al cancelar la hipoteca se confirma que, además de haber saldado la deuda que se tenía con el banco, la hipoteca ha desaparecido por completo. Por lo que el inmueble está completamente libre de cualquier carga.
Sin embargo, si queremos realizar algunas operaciones con la vivienda, necesitaremos que la hipoteca sí que haya sido cancelada. Por ello, salvo que tengamos completamente claro que no vamos a realizar ninguna de estas operaciones en los próximos 20 años, lo más recomendable es acudir al banco para cancelar la hipoteca una vez que se haya completado el pago de todas las cuotas.
¿Cómo se cancela la hipoteca en el Registro de la Propiedad?
Existen dos formas de cancelar la hipoteca en el Registro de la Propiedad.
Hacerlo a través del banco: La forma más habitual de cancelar una hipoteca una vez que se ha saldado la deuda con el banco es acudir a la propia entidad bancaria y solicitarlo de manera formal.
Así pues, el banco solicitará a su gestora que lleve a cabo los trámites correspondientes (para lo que suele solicitarse una provisión de fondos que suele rondar los 1.000 euros). Se trata de un proceso un tanto largo y que requiere de varios pasos, por lo que es posible dilatarse durante varias semanas.
No obstante, pasado ese tiempo, el banco nos entregará la escritura de cancelación del préstamo y una nota simple del Registro de la Propiedad en la que se indica que el inmueble en cuestión está completamente libre de cargas.
Hacerlo uno mismo: Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque lo más habitual es que se solicite al banco que lleve a cabo este proceso, la cancelación de la hipoteca en el Registro de la Propiedad es una operación que puede llevar a cabo cualquier particular. Se trata de un proceso lento y que puede resultar algo tedioso, pero también de una opción mucho más económica que si solicitamos a nuestra entidad bancaria que se ocupe de la tramitación.
¿Cómo cancelo yo mismo la hipoteca en el Registro de la Propiedad?
Para cancelar uno mismo la hipoteca en el Registro de la Propiedad se deben seguir los siguientes pasos:
1. Solicitar un certificado de deuda cero
Este se obtiene en el banco que nos concedió la hipoteca, y consiste en un documento que certifica que la hipoteca está completamente pagada y que no existen deudas con el banco en relación a la hipoteca en cuestión.
2. Solicitar una escritura pública de cancelación de la hipoteca
Para solicitar la escritura pública de cancelación necesitaremos acudir a un notario público. La notaría se encarga de avisar a un apoderado del banco que nos concedió la hipoteca, y que deberá estar presente en la firma de la escritura de cancelación. El coste de este trámite varía en función del valor de la hipoteca, aunque suele situarse de media entre los 200 y los 300 euros..
3. Cumplimentar el modelo 600
El siguiente paso para la cancelación de la hipoteca será cumplimentar el modelo 600. Es decir, un formulario que debemos rellenar en una de oficina de la Agencia Tributaria de la comunidad autónoma correspondiente. Esta operación se debe a que la escritura pública de cancelación de la hipoteca es un acto que está sujeto al Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD). No obstante, aunque esté sujeto al IAJD, no hay que pagar por él, ya que está exento.
Hay que recordar que, aunque esta operación se puede realizar de forma presencial en una oficina de la Agencia Tributaria, si contamos con el certificado digital vigente también podremos hacerlo de forma telemática.
4. Acudir al Registro de la Propiedad
Finalmente, debemos acudir al Registro de la Propiedad (del código postal correspondiente al inmueble de la hipoteca) y entregar toda la documentación. Una vez que haya sido revisada, nos avisan cuando la cancelación de la hipoteca esté completada. A continuación, debemos solicitar una nota simple para verificar que, efectivamente, el inmueble en cuestión figura como libre de cargas.
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¿Es rentable comprar para reformar una casa en Alcalá de Henares?
El mercado inmobiliario ha experimentado una gran cantidad de cambios en los últimos años.
Más allá de la burbuja inmobiliaria las tendencias de venta y alquiler han variado mucho en una gran cantidad de aspectos.
En los últimos años, los pisos han recuperado progresivamente parte de su valor en Alcalá de Henares.
Es por esto por lo que los propietarios poco a poco están queriendo recuperar su posición en el mercado y sacar todo el rendimiento posible a sus viviendas.
Tal es esta tendencia que, cada vez más los propietarios están tomando la decisión de reformar sus pisos para darles un toque más atractivo y aumentar así su valor.
Es por ello por lo que reformar un piso es algo que suele hacerse con la intención de disfrutar de la reforma pero, en este caso, la idea es hacer el producto más apetecible para los posibles compradores.
Por otro lado, los propietarios se interesan cada vez más por las reformas de primera mano, asegurándose de que su piso quede totalmente renovado y suponga un mayor estímulo comercial.
Pero no solo estamos hablando de ventas, puesto que muchos propietarios deciden renovar su piso para alquilarlo posteriormente.
De esta forma, los arrendadores pueden pedir un precio mayor por su piso, dado que no es lo mismo alquilar un piso envejecido que uno con habitaciones reformadas, recién pintado, etc.
Una de las reformas más habituales consiste en remodelar por completo los baños y los aseos.
Estos suelen ser una de las zonas más factibles para realizar una remodelación integral, ya que normalmente tienen la distribución y el aspecto que presentaban en el momento de su construcción.
Así mismo, la cantidad de ideas modernas y de calidad que existen para los baños hacen que podamos marcar realmente la diferencia con la reforma de los mismos.
Se puede optar por un plato de ducha, por una zona escalonada sin plato, por una bañera tradicional o por muchas otras opciones. Lavabos modernos, toalleros, accesorio, existen un sinfín de posibilidades.
Otra buena idea para reformar un piso suele ser la de tirar tabiques en dos habitaciones para así hacer una mucho más grande.
Si lo que se busca es tener un mayor número de habitaciones, se pueden realizar otras reformas como la de remodelar la cocina o aprovechar un hipotético espacio de la terraza para agrandar el salón.
Para llevar a cabo estas reformas, la forma más sencilla es contar con expertos en reformas de pisos integrales que realizarán la obra ofreciendo los mejores resultados.
A día de hoy, el sector de la remodelación de viviendas y de las reformas de casas y pisos integrales se encuentra en su máximo auge.
Nunca antes se habían remodelado tantas casas y, curiosamente, no todas son para puro disfrute personal.
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