Lo sabemos, en Madrid lleva más de un mes sin llover, pero España es más grande y aunque ha llovido poco este invierno y necesitamos que llueva, pues a veces, sucede y si vives en un piso pequeño y no tienes balcón ni terraza, lo de tender la ropa para que se seque se convierte en algo complicado. Porque, y todos lo sabemos, tender dentro de casa no es la opción más adecuada, sobre todo si la casa es húmeda (esa humedad acaba impregnándose a las prendas que acaban oliendo a su vez a humedad), pero a veces, no hay otras alternativas.
Está la solución que todos hemos utilizado alguna vez de poner las prendas en los radiadores pero ni es estético ni los puedes tener así si recibes algún invitado. Además de que lo habitual es que luego la ropa quede como un higo paso… Y la otra opción son los tendederos, de los que cada vez hay más modelos y que se adaptan cada vez mejor a los espacios pequeños porque no, no todos podemos disponer de una secadora en casa, por ejemplo.
Unos consejos antes de tender dentro de casa: cuando vayas a hacerlo ventila un rato la habitación abriendo la ventana (si es que tiene) y cierra la puerta. Una vez ventilada la estancia, un buen consejo es poner un humidificador ya que el clima templado que genera hace que la ropa se seque antes sin quedar rígida.
¿Dónde poner el tendedero? Pues eso dependerá mucho del espacio de tu casa y también, del modelo que escojas. Tienes unos la mar de resultones que no te ocuparán espacio físico en casa: son de la empresa española tenderup.es y son enrollables: se instalan en la parte superior de la ventana como si fueran un estor (34,90 euros). Súper prácticos, los hay que requieren instalación con tornillos y otros ni eso. También pueden ponerse en puertas.
El baño suele ser un espacio idóneo para poner un tendedero, más concretamente, el falso techo, ocupando todo el espacio o si no, el hueco de la bañera, donde pueden colocarse tendederos de cuerdas retráctiles que luego se recogen en su estuche. También se comercializan modelos que se acoplan a los radiadores verticales u horizontales. O al marco de la puerta, como decíamos antes.
También están los tendederos que se apoyan en el suelo, también con diversidad de modelos en función de tus necesidades: está el denominado radial, que se asemeja a un pulpo, con sus brazos para tender (y que apenas ocupa cuando está enrollado). El extensible y vertical, más aparatoso que el anterior pero también, con mayor capacidad, los de distintos niveles plegables… Y los clásicos de pared que pueden ponerse en las ventanas.